Los miembros de la familia que no participan del proceso de toma de decisiones relativas a la migración o están en desacuerdo con la idea de migrar y/o separar a la familia suelen sentir disgusto e indiferencia.

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En general, los migrantes activos y pasivos menores de edad o adultos jóvenes son quienes suelen sentir resentimiento y luego desapego con sus padres, considerados responsables del sufrimiento emocional generado por la migración.

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Algunas veces, con el pasar del tiempo se logran superar estos sentimientos y llegar a la Comprensión Sensata. Pero otras veces, esto no se logra y la tensión y heridas se mantienen.